7 de febrero de 2010

La venda (II)

Las olas del pleamar rompían contra las escaleras unos metros más abajo. Las gotas de agua flotaban en el aire creando una húmeda neblina. Hacía tiempo que la noche había caído, pero aún no había empezado a soplar el frio Noroeste. Una solitaria pareja caminaba por el angosto sendero. Ella le guiaba, evitando que, sus ya de por sí sucias converse, se llenaran de arena mojada. Él confiaba en su cicerone, de la misma manera que al dejarse poner la venda.
-Hemos llegado.-Sentenció ella al llegar al borde del camino.
-Dime qué es lo que ves.
-Las olas rompen cerca de nosotros. La espuma crea caprichosas figuras en el oscuro mar. Se ven las luces de un velero que navega por la tranquilidad del mar lejos de las luces de la ciudad. Debe de tener una vista preciosa del Gijón nocturno con la luna llena sobre nuestras cabezas. La verdad es que este lugar gana más en noches como ésta. ¿Porqué no te quito la venda y lo ves por tí mismo?
-Primero quería saber que era lo que tu veías, porque estoy seguro de que no sería capaz de verlo tan bien.
-¿Y eso? ¿Ya volviste a echar unas gotas de licor al té?
-No, simpática. Porque habría más cosas en las que fijarme.
-¿Dónde? Te he dicho todo lo que hay.
-Te olvidas de tus ojos.
Lentamente ella se levantó y le quitó la venda. Al abrirlos los ojos se encontraró a escasos centímetros de los de ella. Como de costumbre, sonreía.
- Así no podrás decir que había algo que no te dejaba verlos bien.

2 comentarios:

  1. ¿y que pasa? ¿te quedas ahí sin moverte?
    sin decirle nada... la confianza creo que se está empezando a coger...algo mas pasará,
    falta un tercer capitulo y muchos otros mas...quiero leer mas

    ResponderEliminar
  2. Crítica litearia:

    Borja Moreira plasma en este segunda parte el encuentro con la amada, tema que suscita el interés de los aficionados a la literatura de blog. Si nos fijamos en el estilo utilizado, sin duda emula a otros escritores en el uso de la coma esclarecedora, muy necesaria en estos relatos en los que se enlazan las frases cortas con otras más largas. En los detalles de la venda y la descripción que hace la chica sobre el mar, vemos la influencia de Borja Riestra ("Aquí, allá y en todo el mundo"), pero si nos quedamos con la arena, el té (cualquier bebida caliente valdría) y el final, vemos influencias de Andrés Treceño.

    Borja Moreira es uno de los escritores más importantes de la Generación del 09, entre los que se encuentran los citados anteriormente.

    ResponderEliminar