4 de octubre de 2009

Una tarde de octubre

La mina de la lapicera se vuelve a romper. Y es la tercera vez en lo que va de tarde, ya toca reponerla. Los ejercicios de quimica se reparten por toda la mesa. Hace una hora que tendría que haber acabado, pero hay algo que me lo impide. No son los ejercicios, que se responden con una fácil y monótana teoría; hay algo que me impide concentrarme. Me tiro encima de la cama con la mirada pérdida en algún punto del techo. Tanteo en la mesilla en busca del móvil. Busco una llamada o un mensaje que no existe. Enciendo la radio buscando una canción que me despierte. Zapeo entre las emisoras preseleccionadas y nada.. Recojo la habitación y me pongo los cascos. En estos dias es mejor dar un paseo antes de tomarla con alguien.

Fuera hace bochorno, hice bien en no coger chaqueta. Cambio de canción cada poco, no hay ninguna que consiga aguantar más de 40 segundos. Mis pasos me encaminan al lugar donde todo paso. Verdaderamente es un sitio mágico mientras se pone el sol. Un surfista hace una maniobra arriesgada sobre la última ola de la pleamar. Pero no hay nadie mirándolo. Todos caminan con prisas sin percatarse de lo que ocurre a su alrededor.

Por fin una canción que aguanto. De repente alguien dice algo muy cerca de mi. Estará hablando por teléfono. Sube más el tono de voz, y yo el de mi música. Me zarandean por el hombro. Sigo ignorándolo mientras resoplo. Si yo fuera él echaría a correr. Pero vuelve a hacerlo con más fuerza. ¿Es que no ve que no voy a hablar con él?. Me doy la vuelta mientras apago la música y dejo que mi enfado tome forma verbal. Y te veo sonriendome como antes, cuando veniamos aquí los dos. Pero ya no es como antes. No voy a volver a caer sobre tus brazos, ni tan siquiera responder a tu pícara sonrisa. Ahora he cambiado, y aunque vuelva aquí todas las tardes de invierno, no será para contarte cuanto te echo de menos. Y ya sabes que no vas a poder cambiarlo.

Adios de La Musicalité


http://www.youtube.com/watch?v=7cp98BdT6LM

2 comentarios: