Volvió a mirarase las manos y sonrió. Ella jugueteaba con un trozo de alambre retorcido. Logró colocarlo hasta la mitad del dedo anular. Sería su secreto, no cabía lugar a dudas. No se podía pensar otra cosa en los tiempos que corrían. Tiempos oscuros para los conservadores patriarcas. Para los jóvenes eran los tiempos del esperado cambio. Aunque ambos coincidían en que sería el tiempo donde la vida privada pasaría a ser pública y la vida pública pasaría a un segundo lugar. Importaría más el último ligue de la tertuliana del momento que la reforma sobre la educación y sus repercusiones sobre los futuros mandatarios. Tristemente, las futuras proles pensaban que eso era problema del Gobierno, no de la gente de a pie.
Toda la polémica le quedaba atrás. Él era feliz junto a ella. Al principio le encantaba soñar con como se sería su futuro. Siempre acababan con su cabeza dormida sobre su regazo. Eran en estos momentos cuando él aprovechaba para acariciarle el sedoso peloy dormir con tan agradable sansación. Lentamente se dió cuenta de cuán hondo estaba ella calando en él.
Sólo sabes que estás verdaderamente enamorado cuando no quieres dormir por la noche,
porque tu vida real supera a tus sueños.
porque tu vida real supera a tus sueños.